Con la llegada de la primavera son muchas las personas que sufren alergias o asma, y que por tanto tienen que ayudarse de inhaladores. Desgraciadamente estos aparatos son muy perjudiciales para los dientes si no se utilizan correctamente.
Cada vez que se usa un inhalador las partículas que entran en nuestra boca se depositan en las superfícies de los dientes y resecan mucho la boca. Al producirse menos saliva por el uso del inhalador hace que la superficie de los dientes se reseque y queden expuestos a todos los elementos que nos entran en la boca a través de la respiración originándose así un medio propicio para la formación de caries.
El uso del inhalador no lo podemos evitar pero sí tener ciertos cuidados:
– Enjuagarse inmediatamente tras el uso del inhalador
– Beber mucha agua en aquellas épocas que necesitamos más el uso del inhalador de lo normal.
– Revisar la boca en el dentista cada 6 meses.
– Nunca cepillarse los dientes tras el uso del inhalador
– Las medicinas están para curarnos pero a veces tienen unos efectos secundarios que con una buena información podemos evitar.