En nuestra sociedad no está nada instaurada la costumbre de utilizar hilo dental. Es algo que a los dentistas nos sorprende, ya que su uso es tan importante como el cepillado de los dientes. Sin embargo, vemos que muchas veces no se lleva a cabo este método por desconocimiento de su importancia.

Es cierto que un correcto cepillado elimina gran parte de la placa dental. Sin embargo, en los espacios entre dientes siempre quedan restos de comida que, sin este método, resultan imposible de limpiar. Debido a esta mala costumbre, las caries entre diente y diente pueden aparecer y provocar la pérdida de la encía.

Si nunca has usado hilo dental y crees, de forma acertada, que es el momento de hacerlo; te recomendamos que compres un hilo dental sencillo y empieces a practicar la técnica. Para ello tienes que coger aproximadamente unos 45 cm y enredarlo en el dedo anular de una mano. Dejar unos 5 cm libres y enrollar un poquito de hilo en la otra mano. Hay que ir pasándolo suavemente por cada espacio interdental de nuestra boca. Nunca con fuerza ya que podríamos lastimarnos la encía. Cada vez que introduzcamos el hilo dental entre los dientes lo vamos renovando. Y Así sucesivamente hasta completar toda la boca.

Cuando aparezcan las primeras dudas debido a las apreciaciones que tengas tras utilizarlo unos días, lo mejor es acudir al dentista que nos podrá solucionar todas estas cuestiones que nos surjan.